Bueno, esta minita
se llama Ayelet Shaked y es una diputada israelí recontra turbia. Básicamente
está solicitando que el sionismo se ponga los lompas y saque la pija genocida
en Palestina. Estoy profundamente asqueado.
Dejo acá una carta que escribió la periodista israelí Mira Bar Hillel. Espero que no sea ella la
única persona en ese Estado terrorista que piense que todo se ha ido bastante,
bastante a la mierda.
Ella es joven. Es bella. Se graduó de la
universidad como ingeniera computacional. Ella es una Parlamentaria Israelí –y
el motivo por el cual llego a sentirme a punto de quemar mi pasaporte Israelí.
Tras sus ojos inmensos y su rostro inocente, acecha el Ángel de la Muerte.
Ayelet Shaked representa a la extrema derecha del
partido The Jewish Home o la Casa Judía (Hebreo: הַבַּיִת הַיְהוּדִי, HaBayit
HaYehudi) en el Parlamento. Su postura es aún más derechista que la de Benyamin
Netanyahu, por difícil que resulte creer que algo así fuera posible.
El lunes [Shaked] citó en su página de Facebook:
“Detrás de cada terrorista se encuentran docenas de hombres y mujeres sin los
cuales él no podría involucrarse en el terrorismo. Todos ellos son combatientes
enemigos y ciertamente deben morir. Esto incluye, también, a las madres de los
mártires que envían a sus hijos al infierno entre flores y besos. Los hijos de
los hijos deberían seguir; nada sería más justo. Deben desaparecer, como
asimismo los hogares donde se cría a las serpientes. De no ser así, muchas más
serpientes pequeñas serán criadas”.
Una semana atrás, justo antes de que Mohammed Abu
Khudair, de 17 años, fuera secuestrado y quemado vivo, Shaked escribió: “Ésta
no es una guerra contra el terror, ni contra los extremistas y ni siquiera
contra la Autoridad Palestina. La única realidad es que esta guerra es entre
dos pueblos. ¿Quién es el enemigo? El pueblo de Palestina. ¿Por qué?
Pregúntenles a ellos: ellos comenzaron”.
Antes de que ese niño palestino muriera de la forma
más horrible, [Shaked] ya lo había declarado un enemigo, y más tarde, sin
ningún indicio de culpa o remordimiento, estaba llamando a la muerte de mujeres
inocentes y sus hijos aún no nacidos.
Me hizo pensar en la hermana de mi madre, Klara, y
sus tres niños pequeños que vivían en Cracovia en 1939, cuando los invasores
alemanes decidieron que los Judíos –todos los Judíos- eran el enemigo y debían
ser eliminados, sin eximir a las mujeres ni a las “pequeñas serpientes” que
estaban criando. “¿Por qué? Pregúntenles a ellos: ellos comenzaron”, podrían
haber respondido los Nazis a la misma pregunta.
Nunca conocí a Klara ni a sus niños que murieron
durante 1942. Sí conocí a mi tío Romek quien sobrevivió trabajando en la
fábrica de Oskar Schindler, y a su esposa Yetti que también pudo hacerlo
gracias a que dominaba el alemán y simuló ser una distinguida señora germana
-que había expulsado de su hogar a un marido polaco y judío-, en tanto
intentaba sonreír educadamente a cada Nazi con quien cruzara camino.
El hermano de mi padre Shmuel y su joven familia
fallecieron antes de que yo naciera –escaparon de Berlín a Holanda, donde
fueron capturados-, en el mismo campo de concentración donde murió Anne Frank.
Sé lo que significa haber sido víctimas indefensas,
viviendo y muriendo bajo las botas de opresores racistas, y sé que los
Israelitas de estos días no son las víctimas sino los perpetradores, en la
actual crisis. Sí, los hombres de Hamas son asesinos terribles y llenos de odio
y pobre de Israel si ellos dispusieran de los medios necesarios para cumplir su
cometido. Pero es un hecho que actualmente Israel dispone de los tanques,
bombarderos, artillería, ojivas nucleares y misiles de defensa dignos de
Goliath, en tanto la gente de Gaza, una semana atrás, no tenía nada y menos
tiene hoy, cuando hasta sus hospitales y escuelas han sido bombardeados.
[Ayelet] Shaked ha logrado lo que quería. El número
de víctimas fatales en Gaza ya asciende a las cien, y una de cada cuatro de
ellas es un niño o una niña. Centenares de personas han sufrido heridas graves
en un territorio donde los hospitales son atacados y los insumos médicos ya se
agotan.
En Israel, pese a toda la voluntad de Hamas, [hasta
aquí] no ha sido registrada una muerte ni heridos graves aunque un festejo de
matrimonio fue interrumpido, según informaron los noticieros de televisión.
Y mientras las bombas caen sobre Gaza, adolescentes
israelitas han tuiteado sus sentimientos políticos junto a selfies donde
aparecen muy ligeramente vestidos. En dos tuits que luego fueron eliminados,
podía leerse “Muerte a todos los árabes, trans*** [comentario homofóbico]” y
“Que ustedes árabes sean paralizados y mueran con inmenso sufrimiento”. Otros
adolescentes tuitearon sus autorretratos con un breve “Muerte a estos f******
árabes”.
Mirando estas caras angelicales diseminando una retórica
genocida, tomo mi pasaporte israelí y una caja de fósforos. “No en mi nombre,
pueblo mío. No en mi nombre”.
¡¡¡Bonus Track!!!
Acá está Macri
dándole la mano al Benja Netanyahu. El PRO afianza sus lazos con el sionismo asesino
mientras caen bombas en Palestina. Pero... ¿acaso dice que ratifica su
compromiso en la lucha contra el terrorismo? Parece que nos olvidamos el
concepto de Estado terrorista en algún lado, ¿no, Mauricio?