Memoria...

40 años han transcurrido hoy del inicio del golpe civil y militar en la Argentina. Es un día que acostumbra invitarme a la reflexión, uno insistente en el pronunciamiento político y la defensa de la dignidad humana. Un día para recordar desde la experiencia colectiva que, como pueblo, cargamos en nuestra constitución genética. Sin embargo, me cuesta emitir palabras sobre este nuevo aniversario, merced al contexto político en el cual se halla inscripto. Al fin y al cabo, ¿qué apelación se puede hacer a esa memoria cuando pareciera no tener lugar en un presente tan obtuso que no claudica en llamarnos a ir para adelante, a ir a un destino cargado de tantas promesas exteriores como vacío por dentro? ¿Qué se puede reivindicar cuando el señor Claudio Avruj acusa a los Organismos de Derechos Humanos de haberse querido «apropiar» de la ex-ESMA? Y el verbo parece tan adecuado por su connotación criminal que me horroriza sólo imaginar que su utilización fue premeditada. Y pensaba en la denuncia de revanchismo que se ha tejido sobre la lucha por la memoria, por la verdad y por la justicia, denuncia la cual busca sepultar un pasado proyectado sobre el antagonismo –pasado que infecta nuestro presente- para aspirar a un futuro de conciliación donde el slogan «Nunca más» se haga efectivo. Al fin y al cabo, es bastante evidente que «Nunca más»  significa no retornar a la violencia política que se funda sobre ese antagonismo.

Pero quizás sea menos evidente considerar que signifique que ese terror persiste en nosotros como historia viviente. Y de hecho, si no retornamos es sólo porque permanecemos en él. Siendo así, la memoria es una responsabilidad colectiva presente que no debe ser sepultada bajo el sesgo de la banalidad, pues aniquilarla sobre la base del despojo de sentido implica no sólo olvidar lo que nos ha pasado sino también olvidar por qué no debíamos olvidarlo. La memoria es, finalmente y por  ello, la promesa de un futuro donde la dignidad del hombre esté garantizada.

#Cambiamos

Que el presidente de Estados Unidos visite a la Argentina en el aniversario número 40 del Golpe de Estado más sangriento que se experimentó en el suelo argentino; que ese Golpe de Estado haya sido orquestado por el Secretario de Estado de Richard Nixon y Gerald Ford, el nóbel de la paz Henry "tengo el placard de mi casa lleno de cadáveres" Kissinger, en articulación con diversas dictaduras en toda América Latina; que por ello Estados Unidos es autor intelectual y cómplice de la institución y sostenimiento de gobiernos ilegítimos y asesinos que aplicaron sistemáticamente un plan de terror de Estado funcional a la desarticulación de movimientos de resistencia obrera para la redirección de los flujos de capital a una renta concentrada; que encima se promocione con la visita "favorecer el mutuo desarrollo, trabajar para la paz, la libertad, la prosperidad y el futuro de nuestro planeta" significa desconocer que los Estados Unidos tiene una política exterior que favorece la guerra (porque a alguien hay que venderle armas), una política interna que pone en vilo las garantías de protección a la libertad civil (porque el FBI te interviene los teléfonos) y una política ambiental que se viola sistemáticamente al Protocolo de Kioto; que encima el nóbel de la paz Barack "no te cierro Guantánamo ni a ganchos" Obama es un tibio al lado de Donald "banco públicamente que se torture gente" Trump, posible futuro presidente de Estados Unidos (la interna republicana la tiene prácticamente ganada por la retirada de Jeb "todo se soluciona con fósforo blanco" Bush y su principal rival sería la demócrata Hillary "no le debimos vender armas a los rebeldes" Clinton) hace pensar mucho sobre las potenciales relaciones carnales con Washington a partir del año que viene; que cuando tuvimos relaciones carnales nos dimos cuenta que tenemos cero piel con Estados Unidos agrava más la situación.
Pero bueno, #‎CAMBIAMOS... y que el resto, que el resto #‎LASIGACHUPANDO

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