Flor de pensamiento



Terminator 2: Judgement Day es de las pocas películas en las cuales Arnold Schwarzenegger desempeña una gran actuación. Sucede que el papel iba bien con él: un robot humanoide sin emociones acompañando a un joven humano, el nuevo mesías, que le batía una serie de postas relacionales. Duro, tosco, frío, diseñado como un homicida y seguidor incondicional de su software, Arnold no hace sino actuar de lo que mejor le sale: de político del Partido Republicano.